Diez años atrás, y casi de casualidad, el grupo del Laboratorio de Biología Celular del ARN, que dirige Graciela Boccaccio en la Fundación Instituto Leloir (FIL), descubrió que una familia de proteínas conocidas como Smaug forman ciertas estructuras celulares novedosas llamadas organelas sin membranas (MLOs, por sus siglas en inglés) o biocondensados moleculares (BMCs), que cumplen una función importante en el metabolismo energético de las células.